La vida se le complica aún más a Manio Sempronio. La Guerra Civil, asesinatos, secuestros, la gripe -que viene fuerte ese año-, los tracios, las tracias, espías, maridos suspicaces, bardos, un gigante, un augur chocho, Marco Antonio -también un poco chocho-, Octavio, un tío que se parece a Hitler, extraterrestres... Un lío.
Al final, tendrán que poner orden los dioses y Manio podrá ajustar cuentas con su pasado y con su padre, “El Magnífico”.